miércoles, julio 27, 2005

7 pollas, 7 tetas

Ya. Un poco crudo (eufemismo para "vulgar") el título del post. Sin embargo, os aseguro que eso es literatura en relación con el programa televisivo al que hace referencia: 7 días, 7 noches. La última entrega de dicho espacio (Lunes por la noche en A3) fue para mí la gota que colmó el vaso.

Del erotismo a destiempo…
Había visto anteriormente como dicho programa había ido incorporando cada semana un reportaje más o menos extenso de índole erótico; entre el hecho de que eso no impida que un reportaje sea interesante (el sexo es parte activa de nuestra sociedad y de nuestra vida diaria - o semanal, depende ;-)) y una cierta comprensión/permisividad en mis juicios de valor debido a que la tele basura es la que paga lo demás, con estos argumentos en las manos, no me mosqueó de sobre manera el asunto. Además, tengo por regla que si algo no gusta, pues no se consume y punto (piensa y deja pensar).

… a la pornografía consentida.
Sin embargo, la cosa fue degenerando poco a poco: Llegó un momento en qué ya no eran reportajes eróticos sino reportajes variopintos como pretexto para la difusión de imágenes eróticas. Cualquier cosa era el pretexto para enseñar un par de tetas, aunque no guardase excesiva relación con la intensidad del reportaje. Sin embargo, este lunes, la cosa sobrepasó todos los límites: Tocaba tema único: La prostitución internacional. El resultado fue espeluznante ya que, bajo una tímida reprobación de la prostitución en general y de la prostitución infantil en particular, eso parecía en realidad una publicidad o una “guía del turismo sexual”. Se dedicaron durante todo el reportaje a indicarnos el país, la ciudad, el barrio incluso la calle, los horarios de cada zona, los servicios a los que se podían acceder y los precios con todo lujo de detalles. Os prometo que sólo faltaba que apareciera un número de teléfono abajo para poder efectuar la reserva.
Por supuesto, no pasaba un solo minuto sin que apareciera una mujer desnuda o fotogramas con connotación erótica. ¡Hasta en algunas entrevistas que hicieron a prostitutas en su habitación, filmaron y enseñaron a la pobre mujer desnuda! ¿Realmente hace falta verle las tetas para entender el drama que esta viviendo?

La información es primordial para poder entender las cosas. Pero el exceso de apuntes morbosos que no vienen a cuenta NO es información. Es porquería. Algunos de los detalles proporcionados por el programa eran más propios de una agencia de viaje que de un documental. Y la decisión, en este mismo sentido, de publicar este reportaje en periodo de vacaciones es un craso error que espero, sea absolutamente involuntario.

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