sábado, septiembre 17, 2005

Allons enfants de la patrie...

Vamos hijos de la patria...
Así empieza la marsellesa cuya letra el gobierno francés ha hecho obligatorio su aprendizaje en el cole. ... a aprender la marsellesa.

La polémica ha saltado por el alto contenido violento (*) de sus versos, cosa que no es de extrañar si recordamos que se trata de una marcha militar de 1792, al terminar la revolución francesa (¿Porque le llaman revolución y no guerra civil, como todo el mundo?). La verdad es que después de lo que tragan por televisión, digo yo que pocas cosas habrán que puedan traumatizar a estos niños.

Pero desde mi punto de vista, el problema es otro. Detras de esta decisión veo más bien la intención del gobierno de Jacques Chirac de intentar reconstruir un espiritu francés, un orgullo nacional, cosa altamente complicada a raíz de la mezcla de culturas que representa Francia.
Unir a todos los franceses sea cuál sea sus origenes, color de piel o religión, eso mismo que consiguió la selección francesa de fútbol durante la copa del mundo de 2000 con su eslogán "Black, blanc, Beur" (negro, blanco, magrebi), Chirac pretende repetirlo... alrededor de un himno nacional aprendido de memoria.
Para facilitarse la tarea, ha considerado que lo mejor consiste en invertir en los peques que, además de apuntar al futuro, son más manejables.

Yo no creo que el orgullo nacional sea una cuestión de banderas o canciones, por muy himno que sean. En base a estas 2 cosas puramente materiales, sólo aspiramos a crear fanatismo, rechazo, o en el mejor de los casos, indiferencia.
El problema de la no-integración (por parte de los 2"bandos") en Francia no se resuelve asi. Cuando la pescadilla se muerde la cola, el asunto concierne tanto a la cola como a la boca: Muchos de los no-integrados son tan responsables como muchos de los no-integradores de la situación actual.

Si mi hijo rompe un florero en casa del vecino, no puedo cerrar los ojos plan no pasa nada. Pero tampoco la mujer del vecino tendrá derecho por ello a culpar a mi hija por el simple hecho de pertenecer a la misma familia, o a un desconocido por tener los ojos del mismo color que mi hijo.
Sin olvidarse de que nadie tiene tatuado el DNI en la cara así que ser francés (o lo que sea) no es por supuesto una cuestión de aparencia física.

Yo mismo tengo DNI gabacho (y acento :-))... pero me siento menos francés que todos, porque ya hace tiempo que mi corazón es gallego, mucho más incluso que él de algunos "autochtonos". Y perdonad que les diga... que no tengo ni idea del himno gallego.

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(*) como por ejemplo:
- "Qu'un sang impur...Abreuve nos sillons" = Que la sangre impura (de nuestros enemigos)... riegue nuestros surcos.
- "Ils viennent jusque dans vos bras / Égorger vos fils, vos compagnes" = Llegan (nuestros enemigos) hasta vuestra puerta / a degollar a vuestros hijos y mujeres.

domingo, septiembre 11, 2005

Por la boca muere el pez

Dice Loloya de Palacio: "El problema no es que Gas Natural sea una empresa catalana, sino que está controlada con criterios políticos por La Caixa, que es un instrumento en manos y bajo el control del tripartito, de unos señores que quieren el debilitamiento y la desmembración de España." (La Voz de Galicia - 09/09/05)

¿Por qué el control de La Caixa provocaría "el debilitamiento de España" señora de Palacio? Cataluña no esta en España señora de Palacio?

miércoles, septiembre 07, 2005

Convicciones vs. certitudes; ser una puta de lujo

Siempre me ha gustado el “meta-debate”, es decir, el debate sobre el debate. A nadie se le ocurriría jugar a un juego sin conocer antes las reglas pero todos debatimos con todos sin que se haya establecido antes un mínimo de convenciones. En todo caso, pensamos que las simples leyes de cortesía y respeto son suficientes (aunque, como hacemos con todas las reglas, nos las saltemos a la primera. Sí, yo también.) Después, nos llenamos la boca de “libertad de expresión” pero en realidad, nos estamos refiriendo a “derecho a decir lo que nos sale del… [auto completar]” de manera que “los intercambio de opiniones” son como el rollerball (mítica película) en el que todo vale, incluido el puñetazo verbal.

Pero más sutil e más dañino aún (no me escuece cuando me ladran los perros) son las falacias argumentales; hay una serie de ellas, además de otros recursos retóricos, que me irritan de sobre manera como por ejemplo ser acusado de, cito, “tener demasiadas convicciones” o, más de lo mismo pero peor expresado, “creer que tengo siempre razón”

Pues sí. Tengo un montón de convicciones. Y aspiro a tener más incluso. Aspiro a solucionar mis dudas y convertirlas en convicciones. Incluso aspiro a convertir muchas de mis convicciones actuales en otras convicciones, y probablemente algunas de ellas radicalmente opuestas a las anteriores (como me ocurrió hace poco con la cultura libre). Aspiro tanto... que no me queda tiempo ni pa' planchar XD.

La higiene mental necesita una cosa: que uno haya cambiado muchas veces de opinión a lo largo de su vida. Y sobre multitud de temas. Me recuerda al Problema de Monthy Hall en el que había que cambiar de puerta porque era casi imposible que hubiéramos acertado a la primera; lo mismo pasa con las opiniones, que uno no puede estar en lo cierto la primera vez que aborda en solitario un tema concreto. Pero eso no implica estar dispuesto a "prostituir su cabeza por 4 duros”; hay que ser una puta de lujo. No se puede cambiar de opinión como uno cambia de compañía de teléfono, por una o dos ofertas atractivas (cuando en el fondo, se esconde más lo mismo). No. Primero, se necesita rebatir su anterior convicción y segundo, sentirse capaz de defender en un futuro lo que le están explicando. Es la única manera de adoptar/alojar una nueva convicción la cuál será, por pura lógica, más fuerte (asentida y asentada) que la anterior.

Lo que no se puede tener, salvo contadas excepciones, son certitudes; uno no puede estar seguro de estar en lo cierto. Sólo puede estar convencido de lo que dice: “estoy seguro de que ningún dios existe porque...”. Pues no, porque no tienes pruebas ni las tendrás nunca. “Estoy convencido de que ningún dios existe porque tal y tal”. Pues sí, creo que tienes razón ya que tus argumento son muy buenos/convincentes.
[Ojo, me estoy refiriendo a debates sobre opiniones, no sobre el estado del arte de alguna ciencia 'exacta' en cuyo caso las certitudes han de ser.]

Y aunque parezca paradójico, creo que la mezcla ideal consiste en una total ausencia de certitud combinada con un alto grado de convicción. ¿Ustedes que prefieren? Lo que hay detrás de una puerta ;-) siempre cerrada a cal y canto después de la primera entrega o la puerta que se abre siempre que, y sólo cuando, vienen a aportar algo valioso (según la lógica subjetividad del dueño de dicha sala ;-)) Creo que esta permeabilidad mental combinado con un buen filtro (modelo único compuesto de una mezcla de genética y educación. Aún no se conoce con exactitud la proporción de cada una.) es decisivo para la salud/calidad de nuestras opiniones.

Yo sigo convencido de lo que digo. También estoy convencido de lo escrito aquí. Pero no tengo ni puñetera idea sí estoy o no en lo cierto. Y me da igual. Porque si estoy en lo cierto nunca lo sabré, y si no lo estoy, lo sabré porque alguien me habrá convencido de lo contrario… con lo cual volveré a estar en las mismas.

PD1: Perdonad el título un poco 'comercial' ;-)
PD2: Más sobre "opiniones" aquí


Edit 02-feb-06: Todo lo dicho aquí, lo expresa mucho mejor Félix Ovejero Lucas en su artículo "El dogmatismo de la flexibilidad" cuando dice, entre otras muchas cosas, que "Lo que nos interesa no es mantener nuestras opiniones, sino mantener opiniones correctas."

jueves, septiembre 01, 2005

En blanco y negro

finding-looting.jpg
Los prejuicios (a menudo inconscientes pero no por ello admisibles) ocasionan estas cosas:

En Nueva Orleans, un negro con viveres en la mano roba
(looting) mientras que los blancos, encuentran (finding)
la comida.

¿Alguna duda?

(via Escolar & Boing-boing)