Me toca bandera a diario. No me quejo: ¿quién no estaría encantado de ir y volver de su trabajo cada día dando un paseo al borde del mar?
Por eso os puede decir (me lo confirmo uno de ellos) que desde aquel 12 octubre, la famosa bandera esta custodiada por uno o dos policías locales las 24 horas del día. También me confirmaron, con clara resignación, que la orden viene de la alcaldía, no del propio mando policial.
Y eso ya no es sólo un tema de actuación poco inteligente (como su decisión de seguir sembrando el paseo marítimo de pilulines variopintos): este (ab)uso de las fuerzas policiales es una vergüenza señor alcalde.
Quisiera preguntarle si tendrá el valor de aludir, como se suele hacer, a la falta de efectivos para desestimar la petición de protección policial que haya hecho o haga una mujer maltratada y amenazada por su maltratador. ¿Le podrá explicar Don Francisco a esta mujer por qué su vida merece menos ser protegida que una "simple" bandera? ¿Es realmente esto lo que cree Usted que fomenta la constitución que tanto pretende defender?
Y eso, sin mencionar que me parece un desprecio hacía estos policías que, cualquiera entiende, entraron en el cuerpo con otra vocación que la de proteger un trozo de tela, por muy valioso que sea: otros que se unen a la larga lista de los que están puteados en su trabajo.
domingo, octubre 16, 2005
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