(*) sustituid administración por la entidad de su gusto.
Al grano: Lunes por la mañana en Hacienda C/ Comandante Fontanes en Coruña. Cojo mi número de espera, me quedo agradablemente sorprendido por lo vacío que está el lugar y redoblo de alegría cuando, con mi 42 en la mano, descubro en el panel de información que se está atendiendo al 41. Busco la mencionada mesa 4 de la mirada y descubro el siguiente panorama:
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Tuve entonces que elegir entre privilegiar el reportaje y comprobar hasta donde (en minutos) alcanzaba la poca vergüenza profesional de esta persona, o cortar el experimento para no perder más tiempo. La sangre me hervía así que opté por presentarme delante ella y pedirle - con enfado pero sin malos modales - que se dedicase a atendernos en lugar de charlar.
Os dejo elegir entre las siguientes opciones cuál creéis que fue su reacción:
- Contestarme que no tenía ningún número por atender.
- Replicar que estaba hablando con compañeros de trabajo
- Objetar que llevaba muy poco tiempo hablando
- Reprocharme que tenía otra mesas para ser atendido
- Disculparse con mal humor
- Mandar a una compañera más novel a atenderme
- Seguir hablando con su colega
Respuesta correcta (pasa el ratón por encima del espacio vacío a continuación para leerla): Las 7 son verdaderas, en el orden mencionado, después de los correspondientes desmentidos míos. La 6 y la 7 ocurrieron tal cual: llamó a dicha "compañera" (si se le puede llamar así por que no veo dónde está el compañerismo) y le mandó atenderme en la mesa vecina... para poder seguir tranquilamente con su charla.
No me cansaré de repetirlo: el error es humano. Charlar en lugar de trabajar es el "delito" más común del mundo laboral; lo realmente patético, vergonzoso y sobre todo inaceptable son las excusas con la que uno pretende justificar su error. Mientras que un sencillo ["Lo siento, no me dí cuenta" + una sonrisa + "X, hablamos al salir"] hubiera resuelto el asunto, cada una de las 7 respuestas anteriormente mencionadas es tan increíble que consiste en tomar a su interlocutor por un gilipollas si realmente piensa que se la va a tragar.
Hay muchas maneras de insultar, algunas más subversivas que otras: con las respuestas y actitud de esta funcionaria, me he sentido insultado.
P.D.: ¿Es arriesgado meterse con los de Hacienda? No lo sé y me da igual: si bien soy fácil de identificar pues un Puto Gabacho llamado Greg sólo hay uno en Coruña y mi empresa está enlazada en la barra lateral de este blog, alguna ventaja tiene que tener que tus amigos te lleven años llamando cretino por declarar y pagar hasta el ultimo céntimo.
Aunque si cae una inspección, prometo contarlo ;-)
Tags: Hacienda, Incompetencia, Funcionario, Mucho morro
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