Hecho: Anoche antes del partido, dejándome llevar por la euforia reinante, mandé una decena de sms a familiares franchutes: pronosticaba una penuria de pañuelos en todo el territorio francés sobre eso de las 23h00.
Resultado: a las 22h48, mi viejo Siemens c45 parecía un aparato politono con vida propia. El sms-puteo que me ha caido no es nada en comparación con el que me caerá en mi próxima visita. Aunque siempre me quedará la posibilidad de recurrir a Alonso y Nadal.
Conclusión: otro año más a por churros. Pero el futbol tiene una ventaja: sólo es futbol, y se olvida a los 10 minutos.
Tags: Mundial, Futbol, España, Francia
miércoles, junio 28, 2006
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